El optimismo que se promueve en los libros de autosuperación sólo trae más sufrimiento a los seres humanos pues prentende hacer creer que todo es hermoso y que no hay por qué lamentarse de los infortunios de la vida. Si tratamos de vivir bajo esa idea, tarde o temprano llegará el momento en que nos cansemos de decir mentiras pues en el fondo sabremos que la felicidad es sólo una idea que la mayoría de las veces se adopta de referentes ajenos a nuestra realidad. Preferiría escuchar la visión apocaliptica de un pesimista con escenarios caóticos que me hicieran imaginar las posibilidades innumerables de las catástrofes naturales y de la condición humana, me haría pensar, dudar, sentir, terminaría odiándolo tal vez y él a mí, y luego nos necesitaríamos cimbrados de miedo ante los demonios liberados anticipadamente. El pesimismo es visionario, sólo ahí podemos encontrar la clarividencia, la profundidad del comportamiento humano y su relación con lo exterior. Sólo en el pesimismo podemos llegar a no esperar nada, pues nada, es ya una forma disfrazada de esperanza, una certeza. El pesimismo es una manera de buscar la verdad. Yo pregunto ¿qué preferiría un niño que se enferma por primera vez en su vida? ¿qué le será de más valor, que le digan, vas a estar bien, tómalo con calma, todo se compondrá, a todos nos sucede una vez, o que le digan con franqueza, esta desgracia te sucederá 2, 5, 10 veces más en tu vida, porque estás hecho con la fragilidad humana y las enfermedades nos miran a todos a los ojos, te sucederá durante toda tu vida? El optimismo es una venda en los ojos de flores podridas, estáticas, todo permanece inmóvil pues sólo se busca la senda de la felicidad, es pretender disfrutar de un paraíso que no existe, es el miedo y la cobardía de enfrentarnos a nuestros peores humores; es limitante y sectario, cercena, discrimina, no pone alerta ni nos procura inteligencia para conocernos mejor. El pesimismo sí contempla la posibilidad de que llegue algo bueno pero no está en sus filas esperarlo. Evidentemente yo me inclino a no sufrir, pero partiendo de la idea que todo es sufrimiento, prefiero, como Pavese, sufrir porque no sufro al no esperar nada bueno, que sufrir esperando algo bueno y que nunca llegue.
He aprendido a ver lo hermoso del infierno Quemarse también es valentía He crecido en vida aunque me quede menos que hace una palabra Los rincones del miedo se han alargado He visto germinar mis horrores en la palma de mi mano Sin embargo la locura y sus frutos no son la cárcel de las heridas La llaga se hizo con tejidos rotos de la realidad Cada libro es un punto que sutura He perdido el centro y todo es centro Se recorre, el día que uno quiera todo empieza La vida no es a partir del nacimiento He visto a tantos que respiran muertos y caminan Roma es un dolor de lengua Grecia una paranoia orgiástica filosofal Los mayas clarividencia esquizofrénica del mundo El romanticismo es un vicio que no paro de beber como una serpiente que muerde mis talones y devora las copas rotas que le voy dejando Cada época del hombre es una idea encarnada Una actitud un gesto una forma de huir del tedio ¿Cómo no fallar en este mundo en donde la historia se ha vuelto árbol seco rodeado de podridos? El futuro no se escribe en las oficinas ni se adivina ni se ordena Viene del pasado con su velo negro Un buen día se revela desnudándolo todo Bienaventurados los nudistas del espíritu los amantes de la carne de las papas y del vino Una piedra dice más que 6 gerentes No quiero salir a la calle Sin embargo quiero gritar desde mi abismo que aún errante miro hacia arriba y es allá donde camino Los astros me sonríen, los he visto Me resucita el alba cada mañana cuando escribo.